14/9/13

Julian Baggini, sobre la razón

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Julian Baggini, autor de "¿Se creen que somos tontos?", en La Ciudad de las Ideas

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(unos apuntes que he encontado) 

¿Se creen que somos tontos?  de Julian Baggini  
100 formas de detectar las falacias de los políticos, los tertulianos y los medios de comunicación.
(2008)
  • Hacer las cosas bien es simple: basta con que elimines todos tus errores y serás perfecto.
  • La principal prioridad para quien aspira a pensar con claridad es suprimir todas las falacias y confusiones que contaminan el razonamiento. El problema es que son muchísimas y, para bien o para mal, los seres humanos no somos tan lógicos como Spock.
  • A mi juicio, pensar bien no es tanto una cuestión de pertrecharse como de adoptar una actitud inquisitiva y escéptica, que no cínica.
  • El exceso de confianza es uno de los mayores enemigos de la razón, tanto más peligroso por cuanto puede surgir en su mismo seno.
  • Un libro como éste puede dar fácilmente la impresión de que la línea entre lo racional y lo irracional está bien definida, cuando, por supuesto, rara vez es ése el caso.
  • Insulto persona, ad hominen.
  • Argumento de autoridad.
  • Un argumento de incredulidad funciona esencialmente asumiendo que el hecho de que no podamos creer o imaginar que algo es verdadero (o falso) es una buena razón para pensar que no es verdadero (o falso).
  • El hecho de que tengamos fuertes convicciones cuando nos enfretamos a determinadas experiencias no significa que dichas convicciones sean bases fiables para la creencia verdadera.
  • Si aceptamos que “no podemos negarlo” nunca justifica la ulterior afirmación “es verdadero”, ¿no estamos condenados al escepticismo universal?
  • La adopción espúrea de la teoría cuántica para hacer que algo parezca más impresionante es la que ha alcanzado proporciones epidémica.
  • Sustituir un misterio por otro, cual si de una explicación se tratase.
  • ¿No se hace un mal uso de la religión para explicar lo que no logra explicar la ciencia?
  • La expresión “cita selectiva” implica una distorsión, de modo que, cuando una selección no tergiversa al hablante, no debería recibir tal nombre.
  • Las teorías morales consecuencialistas están de acuerdo en que una acción es incorrecta si tiene malas consecuencias y correcta si sus consecuencias son buenas. Pero eso no significa que una acción se vuelva correcta sólo porque otro la realizaría de todas formas.
  • No soy menos responsable porque otro lo habría hecho. Lo cierto es que fui yo quien lo hizo, así que debo cargar con la culpa.
  • “Falacia existencialista”. Sartre: “Cuando elijo para mí mismo elijo para toda la humanidad”. Cuando elijo para mí mismo, legitimo esa elección para toda la humanidad. Otro tiene derecho de hacer lo mismo, no que deben hacerlo. Si confundimos ambas cosas, cometemos la falacia.
  • La tendencia a la confirmación es más probable que induzca a error al creyente. Sólo seleccionando los indicios que encajan con sus creencias podría llegar a la conclusión de que la astrología funciona.
  • Una vez que te comprometes con lo que consideras verdadero, cuesta mucho evaluar todos los indicios con imparcialidad.
  • La tendencia a la confirmación es un auténtico impedimento para pensar bien, pero, a diferencia de ciertos errores de pensamiento, es muy difícil de extirpar.
  • Hay quien argumenta que la desigualdad siempre será una cuestión importante, al margen de lo ricos que todos lleguemos a ser. Puede que tengan razón, pero de ello no se sigue que siempre será correcto decir que tener menos del 60% de la renta media te convierte en pobre.
  • El principio de caridad es el principio metodológico que determina que, cuando intentamos comprender lo que otro está diciendo, le damos la interpretación más favorable posible.
  • Las exageraciones son moneda de uso corriente, pues solemos evaluar muy mal los riesgos y tendemos a preocuparnos en demasía por cosas de escasa importancia o que escapan a nuestro control.
  • El antropomorfismo está por doquier. Cuando los seres humanos inventan dioses, éstos son casi siempre hominoides con género como nosotros, sólo que más grandes, más poderosos y más difíciles de localizar por teléfono. Incluso poseen muchas características humanas. No podemos evitar ver sonreír a los delfines y reconocer la tristeza en los ojos de los perros de montaña berneses.
  • En sentido amplio, la mayoría de los malos argumentos son variedades de non sequitur: conclusiones sacadas, pero que no se siguen. Lo que está en juego no es necesariamente la verdad de las principales declaraciones, sino la conexión inferencial entre ellas.
  • Sólo porque sientas algo, no quiere decir que exista.
  • Si quieres hacer que tu idea parezca más inteligente de lo que es, utiliza el latín.
  • Al otorgar importancia al aspecto de una mujer, restamos importancia a lo que dice.
  • Si lo masculino se convierte en el paradigma de lo humano, lo femenino queda inevitablemente relegado a un segundo puesto.
  • Cuando algo se presenta como si se tratara de una mera descripción, cuando de hecho contiene uno o más juicios de valor implícitos.
  • Si enseñásemos en nuestras escuelas sólo hechos conocidos con plena certeza, no enseñaríamos absolutamente nada. Lo que hacemos en cambio es enseñar cosas que tenemos abrumadoras evidencias para creer que son así.
  • Pensar bien requiere no otorgar excesiva importancia a la incertidumbre inherente a nuestras creencias ni instalarse en una falsa sensación de seguridad.
  • Cuando alguien dice que le corresponde ganar, en el deporte, en el juego o, más metafóricamente, en la vida en general, suele estar expresando una esperanza nacida de la desesperación.
  • Otra fuente de error es una interpretación equivocada de la naturaleza de los sucesos improbables.
  • No existe ningún vínculo necesario entre la bondad o la maldad de un acto y nuestra capacidad o incapacidad de realizarlo. La mayoría de la gente rehuiría realizar una autopsia, y sin embargo eso no convierte en inmorales las autopsías.
  • Lo que distingue a menudo los actos de gran valentía moral es que la gente ordinaria los rehúye.
  • Resulta razonable pedir que uno se enfrente a la realidad de lo que apoya, si dicha realidad es desagradable. Es una ayuda a la deliberación moral, no un atajo hacia la conclusión.
  • Los lingüistas son tan útiles como los lógicos cuando se trata de detectar juegos de manos retóricos.
  • Tanto antiabortista como proabortistas cometen un error fundamental, consistente en pensar que, a menos que exista una frontera tajante entre dos estados o conceptos, no hay una distinción real entre ellos, y lo mejor que podemos hacer es inventar una. Tanto tales fronteras existen y las distinciones que trazan son reales en cualquier caso.
  • La ausencia de una frontera clara y determinada no constituye un argumento en contra de la existencia de una distinción real.
  • Pensar con claridad nos ayuda a comprender la naturaleza de las zonas grises de la vida; no las niega. La resistencia a la ambigüedad tiende a ser más psicológica que lógica.
  • Nuestra capacidad de predecir lo que sucederá y de detectar orden en el mundo depende de un tipo de argumento que, en rigor, es ilógico. La inducción es una forma de razonamiento que nos permite inferir principios generales a partir de experiencias particulares. Sin embargo, a menudo generalizamos basándonos en muy pocas observaciones.
  • El poder de la sugestión. Todos los partidos políticos juegan hoy a lo mismo. Utilizan lo que, a mi juicio, es uno de los trucos retóricos más poderosos, precisamente porque no puede atribuirse a errores lógicos o a inferencias dudosas. Los mensajes implícitos amén de explícitos, difícilmente puede negarse la tesis de que hay cosas tácitas que en realidad no se dicen. El espacio para la discrepancia concierne sólo a cuáles sean esos mensajes implícitos.
  • La insensibilidad al contexto suele ser inobjetable. Las citas cobran vida propia y pueden usarse simplemente para expresar un sentimiento de forma especialmente sucinta.
  • Abundan los casos en los que se omiten las advertencias y las reservas requeridas para hablar con rigor.
  • Tu quoque. Las razones que da la gente para respaldar sus creencias a menudo tienen muy poco que ver con sus auténticas razones para profesarlas.
  • Se nos da bien autoconvencernos de la racionalidad del más irracional de los prejuicios.
  • Sería absurdo pensar que las creencias devienen verdaderas o falsas en función de cuánta gente las comparta.
  • Insistir en que en una democracia debe seguirse la opinión de la mayoría, para bien o para mal, supone confundir la democracia con el simple mayoritarismo.
  • El mayoritarismo no es el sistema predilecto en Occidente, en parte para proteger a las minorías, y en parte porque las mayorías se equivocan con frecuencia.
  • Falacia post hoc. La gente se apresura a atribuir poderes causales a las cosas que precedieron a otras. Muchas supersticiones comienza así.
  • El problema de la culpa por asociación es que no demuestra qué tiene de malo en realidad la cosa criticada. El hecho de que haya mala gente a la que le guste, que la apoye o que la haga no constituye una crítica. Nada es malo o incorrecto simplemente por haber sido rozado por el mal.
  • El hecho de que algo no evolucionara como producto alimenticio humano no significa que debamos comerlo. De hecho, si sólo comiéramos aquello que estuviera inequívocamente destinado a ser comido por nosotros, nos moriríamos de hambre en cuanto dejásemos de ser amamantados.
  • Está justificado que desconfiemos de una idea en virtud de su procedencia. Ahora bien, esa idea debería aceptarse o no en función de sus propios méritos.
  • Debemos recelar de quien es amable con nosotros con viles intenciones, eso no significa que la falta de amabilidad sea el distintivo del rigor intelectual.
  • Deberíamos recurrir a las autoridades sólo cuando somos incapaces de seguir un argumento. Confiar en los expertos es un mal necesario.
  • Cuando alguien objeta que algo envía un mensaje erróneo, lo primero que debemos preguntar es si de veras se está enviando un mensaje, y sólo entonces si éste debería modificarse.
  • En ocasiones se tergiversa la verdad eligiendo para la discusión a dos personas con posiciones fijas y polarizadas. La opinión científica raramente se divide en 50-50.
  • La mayoría de los políticos y comentaristas respaldaron la decisión de invadir Irak en 2003, y muchos de ellos llegaron a lamentar esa elección.
  • Sólo podemos ser juzgados por lo que hacemos realmente, no por lo que decimos que habríamos hecho. En lugar de ser explicaciones genuinas de lo que habríamos hecho, son racionalizaciones post facto de errores.
  • Las racionalizaciones post facto nos ayudan a vivir con verdades incómodas sobre el pasado.
  • Una explicación no es una justificación. La gente parece saltar con facilidad de la explicación a la justificación.
  • Regresión a la media. Cuando medimos algo y vemos que está en un extremo, siempre es probable que la próxima vez que lo midamos sea menos extremo.
  • Carece de sentido decir que deberíamos hacer algo salvo salvo que efectivamente podamos hacerlo. ¿Cómo podemos tener el deber de hacer algo imposible?
  • Se requiere juicio para determinar cuándo es deseable o desastrosa la generalización. Sin categorías suficientemente amplias, sólo podemos hablar de particulares; cuando son demasiado amplias, sólo podemos decir falsedades.
  • La falsa dicotomía supone una enorme simplificación. Elimina toda la complejidad de un asunto y presenta sólo dos opciones: lo tomas o lo dejas. Tricotomía: tres opciones.
  • La predicción no es previsión. Nadie ha hecho predicciones sistemáticamente más precisas que la probabilidad o las de expertos.
  • Uno de los legados más lamentables de Freud es que parece habernos convencido a muchos de que somos mejores jueces de las mentes de los otros de lo que lo son ellos mismos.
  • Hasta Hume aceptaría que una simple correlación no indica una causa.
  • En general, no existen derechos concretos para llevar a cabo acciones concretas. Generalmente tenemos derecho a hacer lo que queramos, siempre que no infrijamos la ley o vulneremos los derechos de otras personas a la no interferencia.
  • Resultados pasados no garantizan los futuros. ¿No estamos obligados a basarnos de algún modo en la experiencia del pasado con el fin de aprender para el futuro? La clave está en conceder a la experiencia pasada un peso acorde a su relevancia para las circunstancias actuales. Sería absurdo olvidar el pasado por completo.
  • Nos sentimos fácilmente impresionados cuando una explicación parece encajar con muchos hechos. Deberíamos aprender a impresionarnos menos con la mera consistencia. Las mejores explicaciones no sólo son coherentes sino comprobables.
  • Argumentum ad fatigum. Se ganan los debates, o al menos se renuncia a las posiciones, por puro desgaste. La resistencia a esta estrategia requiere plantar cara a la intimidación que implica. Limitémonos a replicar con serenidad que el asunto puede parecer viejo pero sigue estando muy vivo porque aún no se le ha dado una respuesta satisfactoria.
  • La inmunización contra el error es muy evidente en las teorías conspiratorias, pues cualquier aparente prueba en contra puede verse como prueba de la efectividad de la conspiración.
  • El problema de los argumentos de la pendiente deslizante es que desdibujan el centro de la polémica. En lugar de centrarse en la maldad efectiva de la acción que se debate desplanzan el foco de atención a sus inaceptables extensiones.
  • Un lamento muy común en los círculos serios es que vivimos en la era de la frase lapidaria. Los argumentos matizados han sido sustituidos por la retórica de tiro rápido para la generación de la capacidad de concentración nula.
  • Lo irónico es que los mismos que a menudo desprecian la frase lapidaria por su superficialidad, se dejan seducir con frecuencia por una frase sabia, que es al menos tan vacua como aquélla.
  • Invocar las reglas y las leyes en nuestra defensa moral no es una buena forma de razonar.
  • Nos bombardean constantemente con estadísticas que no han sido desagregadas y, en consecuencia, cuesta mucho saber con exactitud lo que significan. La clave para no llamarnos a engaño está en preguntarnos cómo se ha dividido a la gente para cada encuesta.
  • El principio preventivo ha de ir acompañado de la evaluación del riesgo. El análisis del riesgo consiste en enfrentarse a la incertidumbre: allí donde hay certeza no existe el riesgo.
  • La demostración de una negación es con frecuencia muy sencilla. Contrariamente a la creencia popular, la ausencia de evidencia puede ser evidencia de la ausencia. En derecho, existe también la presunción de inocencia en ausencia de pruebas inculpatorias.
  • La razón para aceptar la ausencia de evidencia como evidencia positiva es precisamente que a menudo resulta imposible demostrar una negación más allá de toda duda. Por tanto, hemos de conformarnos con algo menos que una pruea absoluta.
  • Los seres humanos tendemos a no creer en las coincidencias. Nuestra facultad de manipular y predecir el mundo depende de nuestra capacidad de identificar patrones casuales. Desde un punto de vista evolutivo, es preferible que pequemos por exceso que por defecto.
  • La naturaleza está menos interesada en la verdad que en evitar errores caros.
  • Si aspiramos a ver las cosas tal como son en realidad, haríamos bien en corregir el impulso natural a presumir la falta de coincidencia.
  • Tendemos a sobrestimar la probabilidad necesaria para que tengan lugar ciertos acontecimientos.
  • En un mundo azaroso, lo que requeriría explicación es la ausencia absoluta de coincidencias, no el hecho de que se produzcan.
  • Jugar la carta de la lealtad cambia las reglas del juego. Una vez que decimos que algo será un acto de deslealtad, lo convertimos en uno.
  • Apelar a la libertad de los consumidores es una hábil táctica para captar la atención, pero no cabe afirmar simplemente que deberíamos ser libres de comprar y vender cualquier cosa.
  • Si algo se afirma con suficiente energía, convicción y autoridad, tendemos a aceptarlo aunque no tenga ninguna ventaja efectiva.
  • La presentación de ventajas dudosas funciona probablemente porque somos cognitivamente avaros y nos gusta hacer los menos juicios posibles para salir del paso.
  • El principio de que por cada ganador tiene que haber un correspondiente perdedor no se sostiene: hay situaciones en las que todos ganan.
  • Con cualquier dato estadístico, la primera pregunta ha de ser: ¿cuál es su fuente? ¿De dónde salen estos números? La siguiente pregunta debería ser cuál fue la metodología.
  • Con frecuencia, las estadísticas se presentaban como si hablaran por sí mismas, cuando los comparadores y las interpretaciones resultan esenciales.
  • Una “prueba” adecuada casi siempre deja margen para la sombra de la duda poco razonable.
  • Casi nadie cree hoy posible la certeza absoluta en la mayoría de las esferas del conocimiento humano.
  • La demostración sólo nos exige llegar más allá de la duda razonable. No puede exigirnos eliminar toda posibilidad de duda.
  • Cui bono? ¿a quién beneficia? es una pregunta estupenda y nos encamina con frecuencia hacia la verdad. Es una buena pregunta, pero no una llave maestra de la verdad.
  • La gente tiene que elegir a veces cosas terribles porque no tiene otra opción en la práctica. la prostitución es un buen ejemplo.
  • El hecho de que algo desagradable sea la mejor opción disponible para alguien no lo convierte en aceptable, si se le pudiera ofrecer algo mejor con un coste bajo o nulo.
  • Para ser responsable de algo en sentido moral, uno tiene que haber cometido realmente el terrible acto, haber creado una situación donde causar daño era una respuesta moralmente injustificada o haberse comportado de manera imprudente conociendo las terribles consecuencias que podrían derivarse de ello.
  • Los famosos hablan de cualquier cosa y la gente los escucha.
  • No hay expertos en ética. Hay personas más cualificadas que otras para examinar y abordar cuestiones morales complejas.
  • El problema de las falsas autoridades esta muy extendido.
  • Con demasiada frecuencia jugamos la carta de “tengo derecho a opinar” como si triunfara sobre cualquier otra consideración, cuando en realidad salta a la vista que no es así.
  • El hecho de que podamos tener nuestras opiniones no implica que debamos contar con un lugar prominente para expresarlas.
  • Cuando se emplea una analogía en un argumento, es importante ver qué parte de la comparación resulta pertinente.
  • Según mi experiencia, la gente no suele comprender las analogías. Tiende a asumir que estamos trazando toda suerte de paralelismos, cuando en realidad sólo intentamos establecer uno.
  • Es fácil no captar lo esencial, pues tendemos a acostumbrarnos a ver los asuntos que nos preocupan desde una perspectiva muy particular. Hace falta imaginación intelectual para ver de forma diferente.
  • La falacia del hombre de paja tiene lugar cuando tratamos con una versión más débil o distorsionada de un argumento o posición, como si fuera de hecho la exacta y cabal.
  • La meta del debate racional no es que ganemos nosotros, sino que venza la verdad.
  • Las verdades parciales o a medias no sólo son perfectamente aceptables en sí mismas, sino también absolutamente necesarias. Decir toda la verdad sobre cualquier acontecimiento sería una carga demasiado grande. Los problemas sólo surgen cuando la supresión de ciertos detalles torna engañoso lo que decimos.
  • Suggestio falsi, cuando decimos algo que es de hecho correcto, pero que sugiere una falsedad.
  • Las medias verdades pueden ser más poderosas que las mentiras. Por que las medias verdades son verdades a pesar de todo, y pueden aportarse pruebas creíbles para respaldarlas.
  • Los humanos no parecemos vivir cómodos con lo inexplicable.
  • Sherlock Holmes: “Una vez eliminadas todas las demás posibilidades, la que queda, por improbable que sea, es la correcta”. Eso sería cierto, pero sólo si hemos eliminado en efecto todas las demás posibilidades. El problema es que normalmente hemos eliminado tan sólo las posibilidades que se nos han ocurrido.
  • Para aducir de manera convincente que alguien ha cometido un error categorial, debes ser capaz de explicar a qué clase de categoría pertenece en realidad la entidad erróneamente descrita.
  • Asumimos perezosamente que dos temas que suenan parecido deben ser más o menos lo mismo. Los seres humanos somos “cognitivamente avaros” y no nos gusta pensar en dos cosas cuando podemos arreglárnoslas pensando sólo en una.
  • Muchas ambigüedades son deliberadas y manipuladoras.
  • Un hecho triste del mundo es que, sólo porque muchas cosas sean desagradables, no significa que no sean verdaderas.
  • T. S. Eliot: “La especie humana no soporta demasiado la realidad”.
  • Por desgracia, “tenemos que hallar un equilibrio” parece ser hoy la respuesta típica a cualquier pregunta difícil sobre política medioambiental.
  • Cuando la balanza se inclina decididamente hacia un lado, no se requiere equilibrio alguno.
  • A los políticos les gusta atribuirse el mérito de lo que va bien, tanto como evitar la culpa de lo que va mal. El hecho de atribuirse injustamente el mérito (o la culpa) no se restringe a la esfera política.
  • El sentido común es un mal indicador de lo que es verdad o, para quienes sospechan de la palabra “verdad”, de lo que es fiable, práctico o eficaz.
  • El sentido común es poco fiable, es vago y mal definido.
  • Los argumentos que parten de una analogía puede ser retóricamente poderosos, pero es crucial que nos preguntemos si los paralelismos son lo bastante estrechos como para justificar las conclusiones sacadas de ellos.
  • El manejo de datos falsos es un error tan básico que apenas se registran como una mala táctica argumentativa.
  • Goebbels: “Si cuentas una mentira lo bastante grande y no cesas de repetirla, la gente acabará creyéndola”.
  • Aceptar ciertas cosas con los ojos cerrados resulta inevitable, pero hace demasiado fácil que la gente, deliberadamente o no, se aproveche de nuestra tendencia a no cuestionar las simples afirmaciones.
  • La gente confunde con tanta facilidad las defensas parciales con el pleno respaldo por su deseo de dividr el mundo en campos claramente opuestos: “nosotros” y “ellos”.
  • “Se hace desde hace siglos, luego debe ser bueno” es un simple non sequitur.
  • Resulta intuitivamente pausible que , si algo ha resistido durante siglos, algo debe de tener. Pero, siguiendo esa lógica, algo deben de tener la esclavitud y la desigualdad de las mujeres.
  • Muchas hierbas tiene cualidades terapeúticas, se consideran efectivas porque han sido debidamente probadas, no porque sean viejas y, por tanto, estén garantizadas por la historia.
  • “Los inocentes no tiene nada que temer” se saca a relucir cadfa vez que las autoridades desean introducir nuevas medidas que aumentan la vigilancia o limitan las libertades en nombre del incremento de la seguridad. Puede ser un argumento legítimo si lo que significa es: “los temores expresados por los inocentes son infundados”. La diferencia es sutil, pero importante.
  • Hay buena razones para tomarse con un cierto escepticismo lo que dicen los periódicos, pero el hecho de que hayan cometido errores no es un buen motivo para perder toda la confianza en ellos. Es una buena razón para no asumir sin más que todo lo que se lee en la prensa es verdad, pero es una razón insuficiente para adoptar una política de cinismo global.
  • Las palabras requieren algo más que comprensión literal, pero existe el peligro de interpretar demasiadas cosas en lo que dice la gente.
  • El hecho de que ciertas cosas que se antojaban imposibles hayan resultado no serlo no demuestra que podamos hacer de veras cualquier cosa.
  • El reto consiste en tener una mente no tan cerrada que sea incapaz de cambiar, ni tan abierta que acabe por llenarse de todas las ideas disparatadas que anden por ahí. No es fácil lograr ese particular equilibrio.
  • Las malas condiciones laborables pueden ser mejores que nada, pero eso no justifica que las apoyemos. La alternativa no debería no ser nada, sino mejorar las cosas.
  • “Mejor que nada” no es un defensa si podemos hacer bien las cosas.
  • Las personas están autorizadas a expresar sus opiniones sobre asuntos que no les conciernen directamente.
  • En determinadas circunstancias, la gente casi llega a decir que sólo quienes poseen experiencia de primera mano sobre un tema están autorizados a expresar una opinión al respecto.
  • Como le sucede a la mayoría de la gente, si me presentan una enorme cantidad de pruebas, mi juicio se tambalea como mínimo temporalmente.
  • Si queremos evitar caer en la trampa del exceso de confianza, hemos de recordar dos cosas importantes. La primera es la simple vigilancia. No asumir jamás que nuestros argumentos son racionales. La segunda es reconocer que las líneas que separan los argumentos inteligentes de los estúpidos, los buenos de los malos, rara vez son nítidas.
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http://raulbarraltamayo.wordpress.com/2012/09/20/se-creen-que-somos-tontos-100-formas-de-detectar-las-falacias-de-los-politicos-los-tertulianos-y-los-medios-de-comunicacion-jualian-baggini/ 

11/9/13

notas de "Pensar rápido, pensar despacio", de Daniel Kahneman, índice de "Trampas mentales", de Matteo Motterlini, y las sugerencias de "Kluge, la azarosa construcción de la mente humana", de Gary Marcus




(notas de)
Pensar rápido, pensar despacio, Daniel Kahneman     

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Somos propensos a sobrestimar lo que entendemos del mundo y a subestimar el papel del azar en los acontecimientos.

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Podemos hacer varias cosas a la vez, pero sólo si son fáciles y cómodas.

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El rasgo que define el sistema 2 en esta historia es que sus operaciones requieren esfuerzo, y una de sus características principales es la pereza, una renuencia a invertir más esfuerzo del estrictamente necesario.

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Una ley general del mínimo esfuerzo rige en la actividad tanto cognitiva como física. La ley establece que si hay varias formas de lograr el mismo objetivo, el individuo gravitará finalmente hacia la pauta de acción menos exigente. En la economía de la acción, el esfuerzo es un coste, y la adquisición de habilidad viene determinada por el balance de costes y beneficios. La pereza está profundamente arraigada en nuestra naturaleza.

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Cubrimos largas distancias tomándonos nuestro tiempo y conduciendo nuestras vidas mentales de acuerdo con la ley del mínimo esfuerzo.

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La inteligencia no es solo la capacidad de razonar; es también la capacidad de encontrar material relevante en la memoria y enfocar la atención cuando se necesita.

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Pero la facilidad con la que se quedan satisfechos y dejan de de pensar es penosa, “Perezoso” es un juicio sereno sobre el autoexamen de estos jóvenes y su Sistema 2, pero no parece que sea injusto. A los que evitan el pecado de la pereza intelectual podríamos llamarlos “diligentes”. Están más alerta, son intelectualmente más activos, están menos dispuestos a quedarse satisfechos con respuestas superficialmente sugerentes, y son más escépticos con sus intuiciones.

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Un aspecto notable de nuestra vida mental es que raramente nos quedamos sin saber qué responder.

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Las digamos o no, a menudo tenemos respuestas a preguntas que no acabamos de entender basadas en supuestas evidencias que no podemos explicar ni defender.

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Cuando no encontramos pronto una respuesta satisfactoria a una pregunta difícil, encontramos una pregunta relacionada más fácil y la respondemos.

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... sostener la duda es una tarea más dura que deslizarse en la certeza

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Somos proclives a exagerar la consistencia y la coherencia de lo que vemos.

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Somos buscadores de patrones.

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Si seguimos a nuestra intuición, erraremos con más frecuencia que si no lo hacemos, clasificando un suceso aleatorio como sistemático.

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Estamos demasiado dispuestos a rechazar la creencia de que mucho de lo que vemos en la vida es azar.

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Saltar a las conclusiones es un deporte que en el mundo de nuestra imaginación es más seguro de lo que lo es en realidad.

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Muchas cosas se suceden son debidas al azar, incluidos los accidentes de los muestreos.

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Las explicaciones causales de acontecimientos aleatorios son inevitablemente falsas.

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…enseñar psicología es casi siempre una pérdida de tiempo

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Entendemos el pasado menos de lo que creemos.

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Cuando sucede algo que no hemos predicho, inmediatamente ajustamos nuestra visión del mundo para dar en él acomodo a la sorpresa.

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Una vez que adoptamos una nueva visión del mundo (o una parte de él), inmediatamente perdemos buena parte de nuestra capacidad para recordar lo que solíamos creer antes de que nuestro pensamiento cambiara.

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La tendencia a revisar la historia de nuestras creencias a la luz de acontecimientos reales genera una poderosa ilusión cognitiva

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Sesgo del resultado

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Unas cuantas apuestas arriesgadas pueden conferir a un líder insensato un halo de prescencia y audacia

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El papel capital del factor suerte.

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Las historias de éxitos y fracasos exageran sistemáticamente la repercusión del estilo de dirección

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Las historias de ascensos y caídas persiguen la sintonía con los lectores ofreciéndoles lo que la mente humana necesita: un mensaje simple de triunfo y fracaso que identifica causas claras e ignora el papel determinante de la suerte y la inevitabilidad de la regresión. Estas historias inducen a mantener una ilusión de entendimiento impartiendo lecciones de un valor poco duradero a lectores demasiado ansiosos de creer en ellas.

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Con una evidencia pobre se puede construir una buena historia.

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Si tenemos en cuenta lo poco que sabemos, la confianza subjetiva que tenemos en nuestras opiniones resulta absurda, y esto es esencial.

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…renuentes a deducir lo particular de lo general

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Ilusión de sagacidad

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Compradores y vendedores piensan que el precio actual está equivocado.

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…parecen ignorar su propia ignorancia

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… nuestra tendencia a construir narraciones del pasado hace que nos resulte difícil aceptar los límites de nuestra capacidad predictiva

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La ilusión de que entendemos el pasado fomenta el exceso de confianza en nuestra capacidad para predecir el futuro.

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La idea de que los grandes acontecimientos históricos vienen determinados por la suerte nos resulta espantosa, aunque es demostrablemente verdadera.

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…la persona que adquiere más conocimientos desarrolla una ilusión de su aptitud algo mejorada, lo cual hace que tenga un exceso de confianza poco realista

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Los erizos “saben muchísimo” y tienen una teoría sobre el mundo…

Los zorros, por el contrario, piensan de un modo más complejo. No creen que haya gran cosa que guíe la marcha de la historia. Los zorros más bien reconocen que la realidad emerge de las interacciones de muchos agentes y fuerzas diferentes, incluido el ciego azar, que con frecuencia genera procesos impredecibles de gran calado.

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…los errores de predicción son inevitables porque el mundo es impredecible

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Los juicios dudosos no pueden ser predoctores válidos de nada.

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…podríamos haber hecho un juicio diferente o tomado una decisión diferente en circunstancias solo ligeramente diferentes

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…saben que son capaces, pero no necesariamente conocen los límites de su capacidad.

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La confianza que las personas tengan en sus intuiciones no es una guía segura para conocer su validez.
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Las pretensiones de tener intuiciones correctas en una situación impredecible significan cuando menos engañarse, y a veces algo peor.
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no puede confiarse en la intuición en ausencia de regularidades estables en el entorno
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Si el entorno es lo suficientemente regular y el juicio ha tenido ocasión de conocer sus regularidades, la maquinaria asociativa reconocerá situaciones y generará predicciones y decisiones de forma rápida y segura. 
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¿Realmente tiene una oportunidad de aprender? ¿Era rápida y clara la retroalimentación en sus juicios?
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perseverancia irracional
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la probabilidad de que en un gran proyecto algo salga mal siempre es alta
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falacia de la planificación
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Mientras no reconozcan la necesidad de una visión desde fuera, incurrirán en la falacia de la planificación.
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las personas a menudo (no siempre) deciden llevar a cabo proyectos arriesgados porque son demasiado optimistas respecto a las contingencias que habrán de afrontar
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estamos haciendo una inversión adicional porque no estamos dispuestos a admitir el fracaso. Este es un ejemplo de falacia de coste irrecuperable. 
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Casi todos los humanos vemos el mundo más benigno de lo que realmente es, nuestras capacidades más estimables de lo que realmente son, y los fines que perseguimos más fáciles de lograr de lo que realmente son. También tendemos a exagerar nuestra capacidad para predecir el futuro, lo cual fomenta un optimista exceso de confianza. 
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el sesgo optimista es el más destacable de los sesgos cognitivos
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quien sea optimista por temperamento, debería ser precavido en medio de su contento
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Tienen talento y han tenido suerte, casi con certeza más de lo que reconocen.
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Cuando la acción es necesaria, el optimismo, incluso en su variedad ligeramente ilusoria, puede resultar positivo. 
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Uno de los beneficios de un temperamento optimista es la perseverancia para hacer frente a los obstáculos. Pero la perseverancia puede resultar costosa.
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Los datos sugieren que el optimismo es algo muy extendido, pertinaz y costoso.
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hipótesis del orgullo desmedido 
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los líderes más optimistas asumían riesgos excesivos
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Sufren una ilusión del control. Subestiman completamente los obstáculos. 
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Ignorancia de la competencia
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personas y empresas recompensan a quienes proporcionan información peligrosamente engañosa más que a quienes cuentan la verdad
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Los expertos que reconozcan la magnitud de su ignorancia ya pueden esperar que los sustituyan por competidores más confiados que ellos, que pronto se ganarán el crédito de sus clientes.
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La apreciación no sesgada de la incertidumbre es uno de los pilares de la racionalidad, pero no es eso lo que las personas y organizaciones quieren. 
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Son sencillamente menos conscientes de los riesgos que los más tímidos
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La principal ventaja del pre mortem es que legitima las dudas. (Alguien puede imaginar un peligro que no hemos previsto)
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Parece que son un caso agudo de ignorancia del competidor.
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Es un caso de exceso de confianza. Creen saber más de lo que realmente saben.
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es evidente que las pesonas no son ni enteramente racionales, ni enteramente egoístas, y que sus gustos son cualquier cosa menos estables.
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la mayoría de los humanos aborrecen el riesgo (aversión al riesgo)
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ceguera inducida por la teoría
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Si en alguna ocasión observamos algo que no parece ajustarse al modelo suponemos que ha de haber una perfecta explicación que de algún modo se nos escapa. 
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descreer de algo es una tarea muy difícil, y el Sistema 2 enseguida se fatiga
*
no tienes más remedio que correr el riesgo si tus opciones son todas malas
*
los humanos buscan el riesgo cuando todas sus opciones son malas
*
punto de referencia, el estado anterior con relación al cual se evalúan ganancias y pérdidas
*
las pérdidas pesan más que las ganancias
*
hay riesgos que nadie acepta
*
la teoría de las perspectivas no puede incorporar la desilusión
*
En el arrepentimiento, la experiencia de un resultado depende de una opción que se podría haber elegido pero no se hizo.
*
las desventajas de un cambio pesan más que las ventajas, incluyendo un sesgo que favorece el statu quo
*
las elecciones están fuertemente sesgadas en favor de la situación de referencia (y generalmente sesgadas para favorecer cambios más pequeños que grandes)
*
hay un mecanismo diseñado para dar prioridad a los eventos malos
*
somos rápidamente avisados por señales que indican oportunidades de aparearse o de comer
*
lo negativo arruina lo positivo de muchas maneras, y la aversión a la pérdida es una de las muchas manifestaciones de predominio de la negatividad
*
el éxito a largo plazo de una relación depende mucho más de evitar lo negativo que de buscar lo positivo
*
 nos mueve mucho más evitar pérdidas que obtener ganancias
*
Los animales, incluidas las personas, se esfuerzan más por prevenir pérdidas que por obtener ganancias. 
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La aversión a la pérdida es una poderosa fuerza conservadora que favorece los cambios mínimos en el statu quo de las vidas de instituciones e individuos. Este conservadurismo contribuye a que el vecindario, el matrimonio y el trabajo permanezcan estables; es la fuerza gravitatoria que hace que nuestras vidas se mantengan cerca del punto de referencia. 
*
La penalización altruista podría muy bien ser el aglutinante que mantiene la cohesión social. Pero nuestro cerebro no está diseñado para premiar la generosidad con tanta determinación como para castigar la mezquindad.
*
Si las personas que pierden sufren más que las personas que simplemente no consiguen obtener ganancias, merecerían más protección por parte de las leyes. 
*
efecto de posibilidad, hace que se valoren resultados muy improbables en una medida desproporcionadamente mayor de la que merecen 
*
efecto de certeza, a resultados que son casi ciertos se les da un valor menor del que su probabilidad justificaría
*
La posibilidad y la certeza producen efectos igual de poderosos en el dominio de las pérdidas.
*
Sobrestimar las probabilidades pequeñas incrementa el atractivo tanto de los juegos como de las prácticas de compañías aseguradoras.
*
Los resultados improbables son sobrestimados: es el efecto de posibilidad. Y los resultados casi ciertos son subestimados relativamente a la certeza actual. El principio de la expectativa, que hace que los valores sean estimados por su probabilidad, encierra una pobre psicología. 
*
Cuando un evento improbable se convierte en un foco de su atención, le confiere mucho más peso del que merece su probabilidad.
*
Debido al efecto de posibilidad, la preocupación no es proporcional a la posibilidad de la amenaza.
*
la psicología de la preocupación
*
Un billete de lotería es el ejemplo máximo del efecto de posibilidad. 
*
las personas que se ven frente a opciones muy malas juegan a la desesperada, aceptando una alta probabilidad de empeorar las cosas por una pequeña esperanza de evitar una gran pérdida
*
la derrota es tan difícil de aceptar
*
pagar cierta cantidad para evitar una gran pérdida resulta costoso
*
El sistema 2 podrá "saber" que la probabilidad es baja, pero este conocimiento no elimina la incomodidad que uno mismo se crea y el deseo de evitarla. El sistema 1 no puede desconectarse. La emoción no solo es desproporcionada a la probabilidad; también es insensible al grado exacto de probabilidad. 
*
La psicología de la lotería con grandes premios es similar a la psicología del terrorismo (...) En ambas cosas, la probabilidad real no merece atención alguna; solo la posibilidad cuenta.
*
Los eventos muy improbables son o bien ignorados o bien sobrestimados.
*
Nuestra mente tiene la útil capacidad de centrarse espontáneamente en cualquier cosa que se extraña, diferente o poco habitual. 
*
Tendemos a sobrestimar la probabilidad de un evento raro cuando la alternativa no está del todo especificada. 
*
la alternativa del fracaso es difusa, pues hay innumerables maneras de que las cosas vayan mal. Los empresarios y los inversores que evalúan perspectivas tienden a sobrestimar sus posibilidades y magnificar sus estimaciones. 
*
la evaluación de juegos es menos sensible a la probabilidad cuando los resultados son de naturaleza emocional 
*
añadir detalles irrelevantes, pero vívidos, a un resultado en dinero altera el cálculo
*
olvido del denominador, los eventos de baja probabilidad adquieren más peso cuando se describen en términos de frecuencias relativas (¿cuántos?) que cuando se refieren con los términos más abstractos de "posibilidades", "riesgo" o "probabilidad" (¿cuál es la probabilidad?)
*
La descripción más vívida genera un valor decisorio más alto para la misma probabilidad.
*
las posibilidades de eventos raros reciben menos atención de la que merecen según sus probabilidades objetivas
*
Un evento raro será magnificado si atrae especialmente la atención.
*
Y cuando no hay tal magnificación habrá olvido.
*
Cuando considera probabilidades raras, nuestra mente no está diseñada para ver las cosas correctamente. 
*
aborrecemos el esfuerzo mental, tendemos a tomar decisiones conforme se nos presentan los problemas aun estando específicamente instruidos para considerarlos conjuntamente
*
es posible mejorar la calidad emocional de la vida evitando de forma deliberada los resultados a corto plazo, pues ello aumenta la calidad tanto de decisiones como de resultados. En el corto plazo, la reacción típica a las malas noticias es el aumento de la aversión a la pérdida.
*
La visión desde fuera traslada el foco de lo específico de la situación actual a la estadística de los resultados de situaciones similares. La visión desde fuera es un marco ancho para pensar en planes. Una política frente al riesgo es un marco ancho que incluye una particular elección arriesgada en un conjunto de elecciones similares.
*
La visión desde fuera y una política frente al riesgo son remedios contra dos sesgos: el optimismo exagerado de la falacia de la planificación y la cautela exagerada inducida por la aversión a la pérdida. Los dos sesgos se oponen entre sí.
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Excepto el muy pobre, para el que sus ingresos son para sobrevivir, los principales motivos para buscar el dinero no son necesariamente económicos. (escala de éxito y autoestima)
*
El efecto de disposición es un ejemplo de marco estrecho (venta de acciones ganadoras frente a las perdedoras)
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La decisión de invertir recursos adicionales en una cuenta con pérdidas cuando es posible hacer inversiones mejores se conoce como la falacia de los costes irrecuperables. 
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La falacia de los costes irrecuperables deja a muchas personas demasiado tiempo ocupando puestos inferiores, soportando desavenencias matrimoniales y vinculadas a proyectos de investigación poco prometedores.
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alejarse de un proyecto fallido
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esperamos reacciones emocionales más intensas (como el arrepentimiento) frente a un resultado producido por una acción que frente al mismo resultado producido por la inacción
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Si cuando las cosas van mal podemos recordar que habíamos considerado la posiblidad de arrepentirnos antes de decidir nada, seguramente sufriremos menos. 
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El arrepentimiento y el sesgo de retrospección van juntos.
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ser muy concienzudo o completamente indolente a la hora de tomar una decisión que tenga consecuencias a largo plazo
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no demos demasiada importancia al arrepentimiento
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la revocación de la preferencia se produce porque, en la evaluación conjunta, la atención se centra en un aspecto de la situación que era menos destacable en la evaluación separada
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podemos ver lo absurdo solo si se examinan dos casos conjuntamente en un marco ancho
*
A menudo sucede que cuando ampliamos el marco tomamos decisiones más razonables.
*
efectos marco, influencias justificadas de una formulación sobre creencias y preferencias
*
Cambiar de marco requiere esfuerzo, y el sistema 2 es normalmente perezoso
*
nuestras preferencias están ligadas al marco más que ligadas a la realidad 
*
percibir el poder de factores intrascendentes como determinantes de las preferencias 

*

Ninguna cosa de la vida es tan importante como pensamos cuando pensamos en ella.

*

Miswantig: malas elecciones que se derivan de errores de la predicción afectiva. Predispone a exagerar el efecto de adquisiciones importantes o circunstancias distintas en nuestro bienestar futuro (querer descaminado, querer algo en la creencia de que contribuirá al bienestar o a la felicidad)

*

En el modo de contar historias, un episodio viene representado por unos pocos momentos cruciales, especialmente los del comienzo,  la culminación y el fin. La duración queda en el olvido.

*

La mente es buena contando historias, pero no parece estar bien diseñada para procesar el tiempo.

*

Yo que experimenta.

Yo que recuerda.

*

- - -

*

(índice de)
Trampas mentales, Matteo Motterlini 

Cómo defenderse de los engaños propios y ajenos
*
Anclaje
Influidos por la información irrelevante
*
Atención
Ciegos al cambio
*
Atribución
Juzgar a los demás según su naturaleza y a sí mismos según las circunstancias
*
Autocomplacencia
Seducidos y abandonados por el ego
*
Barnum
¡Hay para todos los gustos, también para el mío!
*
Vaso medio lleno
Cuando el marco modifica el cuadro
*
Tirador lejano
Encontrar orden donde no lo hay
*
Correlación ilusoria
Manchas de tinta y traseros
*
Mañana me pongo a dieta
Las neuronas “postergadoras”
*
Escalada
¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por un euro?
*
Falso consenso
¿Por qué todos se parecen tanto a mí?
*
Focalización I
Cómo empaquetar las elecciones
*
Focalización II
¿Sería más feliz si fuera más rico?
*
Rebaño
Así hacen todos
*
Pensamiento en grupo
Los daños de la buena fe y las virtudes del abogado del diablo
*
Grupo
Por qué los demás son feos y malos
*
Efecto halo
Por qué el vino caro es mejor
*
Desfachatez
Cuando nueve de cada diez varones tienen el pene más largo que la media
*
Inversor sentimental
El cerebro entre avidez y miedo
*
Siempre lo he sabido
Los profetas del día después
*
Memoria creativa
Cuando recordamos lo que nunca ha sucedido
*
Vacas locas
Lejos de los ojos, lejos del corazón
*
No-a-todo
La ilusión de la certidumbre
*
Opinión media
No siempre la teoría del más loco es tan loca
*
Observación ciega
Juegos de distracción
*
Percepción selectiva
Pensar fuera de los esquemas
*
Posición serial
¿Dónde se ha metido Mesalina?
*
Probabilidades invertidas
Los peligros del analfabetismo estadístico
*
Profecías que se autorrealizan
“No puede haber tantos gilipollas por ahí”
*
Cuánto me cuesta
El precio de la racionalización poscompra
*
El mejor recuerdo
La falsificación de la memoria
*
Statu Quo
Por qué nos gusta que las cosas permanezcan como están
*
Estereotipos fuera de control
41 disparos de prejuicio
*
Embrujados por los pequeños números
La formidable memoria de la ruleta
*
Tipicidad
La probabilidad de lo improbable
*
Ovnis
En busca de confirmaciones
*
Prohibido perder
Hacer negocio como los monos
*
“Wishful thinking”
Creer que es verdad lo que nos gustaría que lo fuera
*
Aflicción cero
Llorar sobre la leche (aún no) derramada
*



(y unas notas)


Trampas mentales, Matteo Motterlini 

Cómo defenderse de los engaños propios y ajenos
(2008)

Ninguna mente puede tener bastante poder sin el poder de pensarse a sí misma.
_Marvin Minsky


Introducción
El pensamiento intuitivo nos guía de manera automática, sin pasar el examen del razonamiento deliberado. 
(vía baja, emocional y automática -  vía alta, cognitiva y controlada)
En general, nos atraen las informaciones que secundan nuestra necesidad de certidumbres y corroboran nuestra autoestima.

*
Anclaje
Influidos por la información irrelevante
Las primeras cifras funcionan como punto de referencia, actuando como una verdadera ancla mental.
Esos dos cojines valen 100. ¿Y uno? Uno por 60. Pues entonces me llevo el otro.
*
Atención
Ciegos al cambio
Tendemos a descuidar todas aquellas características que no atraen de inmediato nuestro intelecto, y que, por motivos correctos o incorrectos, consideramos menos relevantes.
*
Atribución
Juzgar a los demás según su naturaleza y a sí mismos según las circunstancias
Tenemos la propensión a asumir que las personas que están a nuestro alrededor actúan de una determinada manera a causa de su índole, porque esa es su naturaleza; mientras, respecto de nosotros mismos, es mucho más probable que se aduzcan factores contingentes, independientes de nuestra voluntad y nuestro carácter.
Somos indulgentes con nosotros mismos, descargando la responsabilidad de un error en la excepcionalidad de la situación. Benevolencia que desaparece al juzgar al prójimo. Entonces el contexto nos parece casi irrelevante y en nuestro juicio nos volvemos despiadados.
*
Autocomplacencia
Seducidos y abandonados por el ego
La autocomplacencia nos induce a adscribir los éxitos exclusivamente a nuestras cualidades personales y a descargar las responsabilidades de los fracasos en los demás o en circunstancias desgraciadas. Los que favorecen la autocomplacencia son mecanismos cognitivos y motivacionales bastante comunes, como el deseo de parecer mejores que los demás y la necesidad de alimentar la propia autoestima.
Incluso en la memoria no siempre nos atribuimos la justa responsabilidad. Buscamos atenuantes, justificaciones que aligeren el desagradable peso. Y en vez de reconocer nuestros errores y aprender de ellos, tendemos a explicar la evidencia que nos es adversa a través de causas del todo independientes de nuestra voluntad y de nuestro control: por ejemplo, la mala suerte. Por el contrario, si nos ocurre algo bueno, que convalida la corrección de nuestras acciones o de nuestras creencias, atribuimos preferiblemente el hecho a nuestra peculiar capacidad más que a esos mismos factores accidentales.
Somos tan narcisistas porque no conseguimos digerir el bocado amargo del fracaso. Incluso ponemos en práctica estrategias de autolimitación (self-handicapping) preparándonos anticipadamente una excusa a la que recurrir si las cosas no van bien.
En otros casos, nuestro egocentrismo es tal que, para garantizarnos un puesto en el centro de la escena, no sólo asumimos el mérito de nuestros éxitos, sino también de nuestros fracasos.
Por el temor de no recibir suficiente atención y estima, y de no ser aceptado por los demás, podemos llegar a atribuirnos una responsabilidad desmesurada en el resultado, aunque sea negativo, de un esfuerzo colectivo.
*
Barnum
¡Hay para todos los gustos, también para el mío!
El efecto Barnum o efecto Forer es la tendencia a considerar muy cuidadas aquellas descripciones que se supone han sido elaboradas específicamente para una persona, pero que en realidad son tan vagas y generales que también se adaptan perfectamente a individuos muy distintos entre sí.
En realidad, nos hacemos un traje a medida. Es un efecto producido por un conjunto de mecanismos psicológicos, como el wishful thinking (es decir, considerar verdadero lo que se querría que lo fuera), el autoengaño, la vanidad y la tendencia que cada uno tiene a encontrar un sentido para sí mismo incluso donde éste es vago, genérico y a veces contradictorio. A menudo aceptamos las observaciones que los demás (o un horóscopo) hacen sobre nuestro carácter porque deseamos que estas observaciones sean verdaderas, estimando que se aplican exclusivamente a nosotros mismos. (Las cartas del tarot tienen algo para todos los gustos)
*
Vaso medio lleno
Cuando el marco modifica el cuadro
¿Pesa más un kilo de plomo o un kilo de paja?
“Poned una botella de whisky llena hasta la mitad delante de dos personas. El optimista exclamará: ¡Qué suerte! ¡La botella está medio llena!; el pesimista se lamentará: ¡Qué desgracia! ¡La botella está medio vacía!” (George Bernard Shaw)
Para evitar realizar elecciones y acciones diferentes sobre la base de los mismos datos, podría ayudarnos reformular la cuestión que hemos de valorar enmarcándola de manera distinta. Pero casi nadie lo hace, y así la trampa tiene fácilmente vía libre.
Las personas más racionales no son aquellas que no sienten emociones, sino aquellas que saben regularlas mejor.
Estrategia del doble marco. Presentar las informaciones simultáneamente de ambas maneras.
*
Tirador lejano
Encontrar orden donde no lo hay
La mente humana tiene un talento peculiar para reagrupar la información disponible, como también para ver esquemas o estructuras organizadas allí donde no existen.
Tendemos a vislumbrar en los acontecimientos que se producen a nuestro alrededor unas “reglas”, un “orden”, o unas “estructuras”, que están sólo en nuestra mente.
Nuestra convivencia con el azar es difícil. No logramos valorar con equilibrio el significado de una mera coincidencia. El asombro por la frecuencia de hechos raros nos induce a abandonar la lógica y las leyes de la probabilidad para encontrar explicaciones de distinta naturaleza.
Ilusión de reagrupamiento.
Nuestra mente ante una mera coincidencia a veces busca una explicación más convincente. “La fortuna es ciega, pero la mala suerte nos ve muy bien.”
En un examen de respuesta múltiple el estudiante se encuentra ante la propensión humana a buscar un “sistema” donde no existe.
Frente a episodios dramáticos no podemos aceptar que ese orden sea una mera coincidencia.

*
Correlación ilusoria
Manchas de tinta y traseros
*
Mañana me pongo a dieta
Las neuronas “postergadoras”
*
Escalada
¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por un euro?
*
Falso consenso
¿Por qué todos se parecen tanto a mí?
*
Focalización I
Cómo empaquetar las elecciones
*
Focalización II
¿Sería más feliz si fuera más rico?
*
Rebaño
Así hacen todos
*
Pensamiento en grupo
Los daños de la buena fe y las virtudes del abogado del diablo
*
Grupo
Por qué los demás son feos y malos
*
Efecto halo
Por qué el vino caro es mejor
*
Desfachatez
Cuando nueve de cada diez varones tienen el pene más largo que la media
*
Inversor sentimental
El cerebro entre avidez y miedo
*
Siempre lo he sabido
Los profetas del día después
*
Memoria creativa
Cuando recordamos lo que nunca ha sucedido
*
Vacas locas
Lejos de los ojos, lejos del corazón
*
No-a-todo
La ilusión de la certidumbre
*
Opinión media
No siempre la teoría del más loco es tan loca
*
Observación ciega
Juegos de distracción
*
Percepción selectiva
Pensar fuera de los esquemas
*
Posición serial
¿Dónde se ha metido Mesalina?
*
Probabilidades invertidas
Los peligros del analfabetismo estadístico
*
Profecías que se autorrealizan
“No puede haber tantos gilipollas por ahí”
*
Cuánto me cuesta
El precio de la racionalización poscompra
*
El mejor recuerdo
La falsificación de la memoria
*
Statu Quo
Por qué nos gusta que las cosas permanezcan como están
*
Estereotipos fuera de control
41 disparos de prejuicio
*
Embrujados por los pequeños números
La formidable memoria de la ruleta
*
Tipicidad
La probabilidad de lo improbable
*
Ovnis
En busca de confirmaciones
*
Prohibido perder
Hacer negocio como los monos
*
“Wishful thinking”
Creer que es verdad lo que nos gustaría que lo fuera
*
Aflicción cero
Llorar sobre la leche (aún no) derramada
*
*****
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(sugerencias y el comienzo del libro)
Kluge: La azarosa construcción de la mente humana, de Gary Marcus
*


Kluge – Gary Marcus

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(notas del)

Capítulo 8- La verdadera sabiduría

Sugerencias

1 – Siempre que sea posible, plantearse hipótesis alternativas
(considerar las opción opuesta – comprensión del camino deshechado)

2 – Reformular la pregunta
(analizar las cosas con escepticismo  - formular de más de una manera
- 99% puro o 1% tóxico)

3 – Recordar que la correlación no conlleva causalidad
(zapato grande, más cultura, pero los niños calzan más pequeño
Aprendemos conforme creemos pero crecer por sí solo no nos lleva a aprender)

4 – No olvidar nunca el tamaño de la muestra
(cuanto mayor es la muestra más fiable – ley de los números grandes)

5 – Preveer la propia impulsividad y comprometerse con antelación
(Ulises atado en el mástil  - mejor si somos previsores)

6 – No sólo fijar objetivos, trazar también planes de contingencia
(dieta, si veo papas no haré caso)


7 – No tomar decisiones cansados o con otras cosas en la cabeza
(es como conducir borracho – mejor descanso suficiente y atención plena)

8 – Sopesar los beneficios y los costes
(solemos estar en modo “prevención” pensando en el coste o modo “promoción” dando más importancia a los beneficios  - pensar en el coste de oportunidad ¿qué otra cosa podría estar haciendo?)

9 – Imaginar que las decisiones pueden ser sometidas a inspección
(tener que justificar las respuestas nos hace más objetivos)

10 – Distanciarse
(todo parece más importante en el momento de lo que en realidad es, sólo a veces es así - ¿qué pensará mi yo futuro de esta decisión? Esperar un poco, si mañana aún lo deseo, puede que sea importante, si la necesidad para, probablemente no lo sea – La irracionalidad a menudo se disipa con el tiempo, y las decisiones complejas son mejores si se dejan macerando.

11 – Cuidado con lo vívido, lo personal y lo anecdótico
(compensar nuestra vulnerabilidad a lo vívido atribuyendo mayor valor a los impersonal pero científico)

12 – Establecer preferencias
(sería imposible aplazar todas las decisiones hasta disponer de la información completa – reservar las decisiones más delicadas para las elecciones más importantes)

13 – Procurar ser racionales
(recordarse a uno mismo que debe ser racional, así se induce a la práctica de otras técnicas anteriores)

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http://books.google.es/books?id=VmNH6TniZEMC&lpg=PP1&hl=es&pg=PA20#v=onepage&q&f=false 
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