9/9/13

algunas notas de "Kluge, la azarosa construcción de la mente humana", de Gary Marcus



Kluge – Gary Marcus  
La azarosa construcción de la mente humana
(2008)

*
( Algunas notas, empezando por el final )

8- La verdadera sabiduría

*

13 Sugerencias

1 – Siempre que sea posible, plantearse hipótesis alternativas
(considerar las opción opuesta – comprensión del camino deshechado)

2 – Reformular la pregunta
(analizar las cosas con escepticismo  - formular de más de una manera
- 99% puro o 1% tóxico)

3 – Recordar que la correlación no conlleva causalidad
(zapato grande, más cultura, pero los niños calzan más pequeño
Aprendemos conforme creemos pero crecer por sí solo no nos lleva a aprender)

4 – No olvidar nunca el tamaño de la muestra
(cuanto mayor es la muestra más fiable – ley de los números grandes)

5 – Preveer la propia impulsividad y comprometerse con antelación
(Ulises atado en el mástil  - mejor si somos previsores)

6 – No sólo fijar objetivos, trazar también planes de contingencia
(dieta, si veo papas no haré caso)

7 – No tomar decisiones cansados o con otras cosas en la cabeza
(es como conducir borracho – mejor descanso suficiente y atención plena)

8 – Sopesar los beneficios y los costes
(solemos estar en modo “prevención” pensando en el coste o modo “promoción” dando más importancia a los beneficios  - pensar en el coste de oportunidad ¿qué otra cosa podría estar haciendo?)

9 – Imaginar que las decisiones pueden ser sometidas a inspección
(tener que justificar las respuestas nos hace más objetivos)

10 – Distanciarse
(todo parece más importante en el momento de lo que en realidad es, sólo a veces es así - ¿qué pensará mi yo futuro de esta decisión? Esperar un poco, si mañana aún lo deseo, puede que sea importante, si la necesidad para, probablemente no lo sea – La irracionalidad a menudo se disipa con el tiempo, y las decisiones complejas son mejores si se dejan macerando.

11 – Cuidado con lo vívido, lo personal y lo anecdótico
(compensar nuestra vulnerabilidad a lo vívido atribuyendo mayor valor a los impersonal pero científico)

12 – Establecer preferencias
(sería imposible aplazar todas las decisiones hasta disponer de la información completa – reservar las decisiones más delicadas para las elecciones más importantes)

13 – Procurar ser racionales
(recordarse a uno mismo que debe ser racional, así se induce a la práctica de otras técnicas anteriores)

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(Notas)

Los organismos vivos son estructuras históricas: creaciones de la historia, literalmente. No representan un producto de ingeniería perfecto, sino una mezcolanza de conjuntos dispares unidos cuando y donde surge la oportunidad
_François Jacob

Más vale tener mala suerte que no tener suerte alguna.
_Dicho popular

1- Vestigios de la historia

Se ha dicho que el hombres es un animal racional. Me he pasado la vida entera buscando pruebas de ello.
_Bertrand Russell

2- Memoria

Tu memoria es un monstruo; tú te olvidas, ella no. Sencillamente archiva las cosas. Te guarda las cosas, o te esconde las cosas, y las evoca para ti a su antojo. Tú crees que tienes memoria, ¡pero ella te tiene a ti!
_John Irving

3- Aquello que creemos

Alicia rió de buena gana: -No vale la pena intentarlo –dijo-; nadie puede creer cosas que son imposibles.
-Me parece evidente que no tienes mucha práctica –replicó la Reina- Cuando yo tenía tu edad, siempre solía hacerlo durante media hora cada día. ¡Como que a veces llegué a creer hasta seis cosas imposibles antes del desayuno!
_Lewis Carroll, Alicia a través del espejo

4- La elección

A menudo las personas se comportan como si tuvieran dos identidades: una que quiere pulmones limpios y una vida longeva, y otra que adora el tabaco, una que ansía instruirse leyendo las observaciones de Adam Smith sobre el autodominio (en La teoría de los sentimientos morales), y otra que prefiere ver una película antigua en la televisión. Las dos mantienen una continua pugna por el control.
_Thomas Schelling

5- El lenguaje

Una mañana me desperté y maté a un elefante en pijama. Me pregunto ¿cómo pudo ponerse mi pijama?
_Groucho Marx

Todos los lenguajes están plagados de ambigüedades.
Presumiblemente, un idioma, para ser perfecto tendría que ser no ambiguo, sistemático, no redundante, y capaz de expresar todos y cada uno de nuestros pensamientos.

En una lengua lógicamente perfecta, habrá una sola palabra y nada más que una para cada objeto individual, y todo objeto que no sea simple se expresará mediante una combinación de palabras, mediante una combinación derivada, claro está, de las palabras destinadas a los objetos simples que la integran. Una lengua así será totalmente analítica, y mostrará a simple vista la estructura lógica de los hechos aseverados o negados.
_Bertrand Russell

En una lengua ideal las palabras estarían relacionadas sistemáticamente en cuanto a significado y sonido.
La ambigüedad parece más la regla que la excepción.
Perplejidad de la ambigüedad crece.

Y tenemos las imprecisiones del lenguaje.
Los lenguajes no pueden evitar cambiar con el paso del tiempo.
La lengua sigue siendo indisciplinada.
Cuando “ya sé lo que quieres decir” aunque no lo hayas dicho, se pone de manifiesto una carencia del lenguaje.
“Las palabras en la medida de lo posible deberían parecerse a las cosas” Platón
La mayoría de las lenguas incorporan las palabras nuevas al tuntún.
En vez de sistematización tenemos etimología, la historia del origen de las palabras.
El esperanto, un intento de crear una lengua perfecta. El esperanto es un sueño hecho realidad pero también posee su ambigüedad.
Una lengua es un dialecto con un ejército y una flota.
Una lengua se impone por una cuestión política, dinero e influencia.
Lenguaje loglan (logical language) que apenas se ha difundido.
Aunque nos lo propusiéramos seríamos incapaces de aprender una lengua perfecta.

Tres formas básicas de idiosincrasia.
1.El contraste entre la manera en que nuestros antepasados emitían sonidos y el modo ideal en que nos gustaría a nosotros emitirlo.
2.El modo en que nuestras palabras se construyen sobre la comprensión del mundo de un primate.
3.Un sistema de memoria defectuosa que actúa forzado pero que tiene poco sentido para el lenguaje.

El lenguaje dista mucho de la perfección, es un kluge colectivo, maravilloso, fluido, flexible y sin embargo mal acabado.
El habla permite una comunicación más veloz que cualquier movimiento físico, el doble que el lenguaje de señas.
Empezaría con un iPod, un sistema digital capaz de reproducir cualquier sonido con la misma nitidez. La naturaleza partió de un tubo de respiración.
El descenso de la laringe. Riesgo de atragantarse.
La respiración y el habla podrían haber dependido de sistemas distintos.
El resultado es un tubo de respiración que hace las veces de tracto vocal, en ocasiones con consecuencias fatídicas.
El verdadero acceso al habla se debió a un mayor control sobre los articuladores. El tracto vocal solo está preparado para las palabras.
Todas las lenguas del mundo se extraen de un inventario de noventa sonidos, y cualquier lengua no emplea más de la mitad, un número muy reducido si pensamos en el sinfín de sonidos que el oído puede reconocer.
Imaginemos una lengua humana que hiciera referencia a algo reproduciendo el sonido que ese algo emite (reproduciendo un guau en voz de perro)
Las onomatopeyas suenan como palabras.
Nuestro tracto vocal es un torpe artilugio que va bien para emitir los sonidos del habla, y poco más.
Los trabalenguas surgen como consecuencia de la compleja danza que ejecutan los articuladores. Al acelerarse el habla surgen los problemas, cada vez es más difícil conseguir una sincronización perfecta.
El temporizador sólo funciona realmente bien con ritmos muy sencillos.
Cuando pronunciamos las palabras lentamente, no hay problema, pero si las decimos deprisa, forzaremos el reloj interno.
(Lo que nos traba la lengua no es un músculo sino una limitación del mecanismo de sincronización ancestral)
La relación entre las ondas sonoras y los fonemas (la unidad mínima de sonido diferenciado del habla, como /s/ y /a/) es mucho más complicada de lo necesario.
Aprender a hablar resulta mucho más laborioso de lo que debería.
La evolución, una vez que nos obligó a producir sonidos mediante una coreografía articulatoria, la única manera de mantener la velocidad de la comunicación era buscando atajos.
Esta danza mantiene la velocidad, pero requiere mucha práctica y puede complicar la interpretación del mensaje.
(monde green)
El dulce lamentar de dos pastores.
El dulce lamen tarde dos pastores.
Las palabras de las lenguas humanas cambian sin cesar.
Nuestros antepasados prelingüísticos pensaron en el mundo no como filósofos o matemáticos, obsesionados con la perfección, sino como animales condenados a actuar precipitadamente, que a menudo se conforman con soluciones expeditivas en lugar de soluciones definitivas.
Lógica de correspondencia parcial (ves un tronco y lo consideras un árbol)
La evolución premió a quienes tomaban decisiones deprisa, no a quienes eran demasiado puntillosos a la hora de actuar.
Las palabras se rigen por una lógica de correspondencias parciales heredadas y ancestrales.
Otra idiosincrasia del lenguaje son los cuantificadores (un poco, todos, la mayoría)
Los genéricos, afirmaciones un tanto vagas, de una precisión general. (Los perros tienen cuatro patas)
Puede que la escisión entre genéricos y cuantificadores refleje la división entre un sistema rápido y sistemático, y otro sistema deliberativo y más formal.
Los cuantificadores se apoyan en el deliberativo, y los genéricos en el cognitivo más antiguo y rápido.
Los genéricos se aprenden antes.
¿Podría ser que las palabras fueran un caos y la gramática fuera un sistema óptimo, o casi perfecto para relacionar el sonido y el significado?
La ambigüedad del lenguaje parece innecesaria, y el lenguaje actúa de manera nada lógica ni eficiente.
Si el lenguaje fuese un vehículo perfecto para la comunicación, de una eficiencia y expresividad infinitas, dudo que necesitáramos tan a menudo información paralingüística, como la proporcionada por los gestos, para transmitir un significado.
La recursividad es una manera de construir estructuras mayores a partir de estructuras menores.
Construir una memoria arbórea a partir de una memoria contextual es un kluge que funciona a medias.
El esfuerzo por seguir el rastro de la estructura de las oraciones se parece un poco al esfuerzo por reconstruir la cronología de una secuencia de acontecimientos iniciada hace mucho tiempo: torpe, poco fiable, pero mejor que nada.
Dado que a nosotros nuestras oraciones nos parecen claras, suponemos que a nuestros interlocutores también les ocurrirá lo mismo. Pero con frecuencia no es así, una fracción considerable de lo que decimos es ambiguo.
El lenguaje por sí solo no nos informa pero poseemos inteligencia suficiente para relacionar lo que oímos con lo que podría significar (además de las técnicas paralingüísticas, como señalar, hacer gestos, mirar y asegurarse de que hay entendimiento) Pero estos trucos tienen sus límites.
Cuando nos enfrentamos a indicios inadecuados, la comunicación se complica; por este motivo los e-mails, y los llamadas dan más pie a malos entendidos que la comunicación cara a cara.
Incluso cuando hablamos directamente a un público, si utilizamos oraciones ambiguas puede que piensen que han entendido y no sea así.
Ambigüedad léxica, tiene que ver con el significado de palabras concretas
Ambigüedad sintáctica (o gramatical), poseen estructuras que pueden interpretarse de varias maneras.
(Juan trajo pan y vino de Francia.  (¿Burdeos? ¿Venir?)
Parte del trabajo de los escritores profesionales consiste en compensar las limitaciones del lenguaje, analizar cuidadosamente para asegurarse de que no haya ningún pronombre vago que pudiera referirse tanto al granjero como a su hijo, ninguna coma mal colocada, ningún modificador de atribución dudosa (o doble), y demás.
“La dificultad de la literatura no está en escribir, sino en escribir con arreglo al significado que se quiere dar.”  Robert Louis Stevenson
A veces la ambigüedad es intencionada, pero una cosa es dejar al lector con la sensación de tener que tomar una decisión difícil, y otra llevar al lector accidentalmente a la confusión.
Si combinamos todos estos factores, la ambigüedad inadvertida, la memoria idiosincrásica, los juicios instantáneos, las asociaciones arbitrarias y una coreografía que fuerza nuestros relojes internos, ¿qué tenemos? Vaguedad, idiosincrasia, y una lengua que frecuentemente es vulnerable a los errores de interpretación, además de un aparato vocal más raro que una gaita hecha de limapiapipas y clavijas de cartón.
El lenguaje “cumple el expediente”, no es perfecto. Fernanda Ferreira
Si el lenguaje hubiese sido diseñado por un ingeniero inteligente, los intérpretes no tendrían trabajo. Las palabras mantendrían relaciones sistemáticas entre sí, y los fonemas se pronunciarían de manera consistente.
No existiría la ambigüedad, ni las irregularidades sin sentido. La gente diría lo que quiere decir, y lo dicho significaría exactamente lo que se pretendía. En lugar de eso nos movemos en un terreno resbaladizo. Nuestro pensamiento se queda atascado en la punta de la lengua cuando no recordamos una palabra concreta. La gramática nos lleva a situaciones enredosas. La sintaxis al vuelo es difícil.
Eso no significa que el lenguaje sea un desastre, sino que con un poco de previsión podría haber sido incluso mejor.
La confusión reinante por la que se caracteriza el lenguaje tiene la lógica de la evolución, movemos la lengua de aquí para allá en cavidades tridimensionales que en su origen fueron canales para la digestión, no para la comunicación.
El lenguaje se construyó rápidamente sobre una azarosa mezcla de mecanismos que inicialmente se desarrollaron con otros fines.

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6- El placer

La felicidad es un cachorro cariñoso
_Charlie Brown

La felicidad es una pistola humeante en tu mano
_The Beatles

A cada cual lo suyo
_Dicho popular

7- Las cosas se vienen abajo

Puedo calcular el movimiento de los cuerpos celestes, pero no la locura de la gente.
_Isaac Newton




8- La verdadera sabiduría

Que Dios me conceda la serenidad para aceptar aquello que no puedo cambiar, valor para cambiar aquello que puedo cambiar y sabiduría para discernir la diferencia.
_Reinhold Niebhur

Saber lo que uno sabe que sabe y saber que uno no sabe lo que no sabe, ahí está la verdadera sabiduría.
_Confucio

“a medida que las máquinas sean más eficientes y perfectas quedará patente que la imperfección es la grandeza del hombre”  Ernst Fischer

“falacia naturalista” confundir lo que es natural con lo que es bueno

Aunque envidio la despreocupada vida del gato doméstico medio, no cambiaría mi cerebro por el del minino ni por todas las sardinas del mar.


13 Sugerencias

1 – Siempre que sea posible, plantearse hipótesis alternativas
(considerar las opción opuesta – comprensión del camino deshechado)

2 – Reformular la pregunta
(analizar las cosas con escepticismo  - formular de más de una manera
- 99% puro o 1% tóxico)

3 – Recordar que la correlación no conlleva causalidad
(zapato grande, más cultura, pero los niños calzan más pequeño
Aprendemos conforme creemos pero crecer por sí solo no nos lleva a aprender)

4 – No olvidar nunca el tamaño de la muestra
(cuanto mayor es la muestra más fiable – ley de los números grandes)

5 – Preveer la propia impulsividad y comprometerse con antelación
(Ulises atado en el mástil  - mejor si somos previsores)

6 – No sólo fijar objetivos, trazar también planes de contingencia
(dieta, si veo papas no haré caso)

7 – No tomar decisiones cansados o con otras cosas en la cabeza
(es como conducir borracho – mejor descanso suficiente y atención plena)

8 – Sopesar los beneficios y los costes
(solemos estar en modo “prevención” pensando en el coste o modo “promoción” dando más importancia a los beneficios  - pensar en el coste de oportunidad ¿qué otra cosa podría estar haciendo?)

9 – Imaginar que las decisiones pueden ser sometidas a inspección
(tener que justificar las respuestas nos hace más objetivos)

10 – Distanciarse
(todo parece más importante en el momento de lo que en realidad es, sólo a veces es así - ¿qué pensará mi yo futuro de esta decisión? Esperar un poco, si mañana aún lo deseo, puede que sea importante, si la necesidad para, probablemente no lo sea – La irracionalidad a menudo se disipa con el tiempo, y las decisiones complejas son mejores si se dejan macerando.

11 – Cuidado con lo vívido, lo personal y lo anecdótico
(compensar nuestra vulnerabilidad a lo vívido atribuyendo mayor valor a los impersonal pero científico)

12 – Establecer preferencias
(sería imposible aplazar todas las decisiones hasta disponer de la información completa – reservar las decisiones más delicadas para las elecciones más importantes)

13 – Procurar ser racionales
(recordarse a uno mismo que debe ser racional, así se induce a la práctica de otras técnicas anteriores)


El carro de la memorización se ha puesto delante del caballo educativo

Tendemos a creer primero y preguntar después.

Sin una formación determinada nuestra especie es inherentemente crédula. Los niños nacen en un mundo de “verdades reveladas”, donde tienden a aceptar lo que se les dice como si de la Biblia se tratara. No es fácil conseguir que los niños entiendan que a menudo existen múltiples opiniones y que no todo lo que oyen es cierto; requiere un esfuerzo aún mayor que aprendan a evaluar pruebas contradictorias. El razonamiento científico no es algo a lo que la mayoría de la gente recurra de manera natural o automática.

Pensamiento crítico

Metacognición – saber sobre el saber

Muchos de nuestros deslices cognitivos pueden tratarse

aprendamos a reconocer nuestras limitaciones y  afrontarlas


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(incompleto)